EA – Mariátegui 23/03/09No han sido elegidos por ninguna elección democrática, pero el poder que ejercen supera a cualquier gobierno, pues sus mandatos no tienen plazo. Poseen el monopolio de la información,y de los medios de comunicación social, son el poder oculto detrás de las palabras impresas, las imágenes de televisión o los espectros radioeléctricos. Su poder roza la omnipotencia, donde las fronteras de los Estados no llegan, en la tierra de nadie, donde solo las mafias dominan.
Aquellos oscuros personajes, llamados empresarios de medios, agrupados en su organización madre, la Sociedad Interamericana de prensa (SIP), estuvieron por nuestro país recientemente durante cuatro días de intensas reuniones y talleres tratando los distintos aspectos que afectan a los negocios de las familias. Les presentamos aquí la cara oculta de esta rosca mafiosa y sus baluartes.
Entre las conclusiones de la jornada de la SIP en Paraguay, se definieron las principales preocupaciones actuales de los dueños de medios. Como era de esperarse, se realizó una mención especial al presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías, quien"ha seguido con su indesmayable tarea de humillar oficialmente a la prensa". Este osado presidente, como pocos mandatarios, ha tenido el atrevimiento de denunciar públicamente y poner bajo sospecha las manipulaciones, el monopolio de la información y la dictadura mediática.
Se convirtió en principal blanco de la Sociedad Interamericana de Prensa, luego del golpe de Estado, organizado y ejecutado, entre otros por los principales dueños de medios de ese país afiliados a la SIP, como Venevisión, RCTV, y Globovisión, quienes se dedicaron a tergiversar los acontecimientos y promover abiertamente el golpe de Estado a través de sus pantallas.
Los mismos colmaron la indignación de los venezolanos, y de la opinión pública internacional, al poner un cerco de censura sobre la vuelta de Chávez al poder, luego que la gente saliera a las calles a manifestarse a favor de su gobierno, y de que la esposa de Hugo Chávez denunciará a través de una cadena internacional el secuestro de su esposo. Cuando eso, para los venezolanos la única manera de informarse de su realidad y de hacer denuncias era a través de los canales internacionales. Desde entonces, el clima de hostilidad entre los medios golpistas y el gobierno de Chávez ha ido en crecimiento.
La Sociedad Interamericana de Prensa, supuesta veladora de los derechos humanos, la democracia y de la libertad de expresión, por supuesto no emitió un solo comunicado contra el golpe de Estado, la censura impuesta desde los medios, y la abierta participación de los empresariosafiliados a la misma en dicho quiebre institucional.
La SIP también critica en sus conclusiones a los gobiernos de la región que están creando sus propias oficinas de información, osando disputarle su monopolio de la "libre circulación de la información".
Qué es la SIP?
Entre los insólitos reclamos debatidos en estos funestos días, se hablo de la ambigua "necesidad" de penalizar internacionalmente a las autoridades que no tengan cuidado en sus expresiones sobre la prensa, pues se "puede crear un efecto amedrentador", que no facilita el ejercicio de la libertad de expresión. Es decir, el totalitarismo mediático, busca prohibir las críticas y la libertad de expresión de quienes quieran criticarlos. No se habló sin embargo de que la prensa tenga cuidado en sus expresiones para promover golpes de Estado, manipular o censurar informaciones.
La SIP tiene razones para aborrecer las críticas a sus socios, y a su organización, pues tienen un sucio expediente demasiado groso.
Esta organización periodística, o más bien de empleadores de periodistas, fue formada en 1943. Según el periodista Oscar Camero, en la conferencia de 1950 de la SIP los agentes de la CIA Joshua Powers yJules Dubois lograron expulsar a los periódicos de tendencia "comunista" de entre sus filas, decisión afín a la línea "pluralista" tan mentada por la organización, imponiéndose luego a Washington como sede de la organización.
Dicha organización se habría convertido desde entonces, según el editor del periódico ecuatoriano Opción, Franklin Falconi, en un instrumento de la política estadounidense parala región, cuyo objetivo principal era infundir miedo a la población sobre los "personajes deriesgo" en el continente, como Fidel Castro, Salvador Allende, y otros. Actualmente esa políticacontinua, y entre sus principales personajes peligrosos están Hugo Chávez, Evo Morales, y RafaelCorrea.
Actualmente tiene más de setecientos medios agremiados, más de 400 son de EEUU. Por supuestoel equipo directivo de la organización está permanentemente acaparada por propietariosde medios estadounidenses, que marcan las líneas que debe seguir la "prensa libre" de su patio trasero.
En este periodo, la directiva está encabezada por el norteamericano Earl Maucker, del Sun-Sentinelde Florida, y un vasto imperio mediático.
Algunos organismos de la SIP como su "Instituto Prensa y Sociedad-IPyS" son financiadosabiertamente por elementos del gobierno estadounidense como la NED, la National Endowmentfor Democracy, fondo del departamento de Estado que ayuda a "consolidar la democracia", o más bien, a desestabilizar gobiernos legítimos, como se sabe.
Siguiendo al dedillo la política norteamericana para América Latina, según Falconi, la SIP ysus miembros se pusieron firmes ante la implantación de cruentas dictaduras militares. Guardaronsilencio ante el derrocamiento de Jacobo Arbernz en 1954, en Guatemala, guardaronsilencio ante el derrocamiento y asesinato de Salvador Allende en 1973, donde el diario el Mercurio de Chile tuvo una protagónica participación y promoción del golpe. No denunciarona los casi 200 periódicos cerrados en la década de los setenta en Uruguay; en Argentina y Paraguayson conocidas las buenas relaciones de los medios con las dictaduras, las cuales se distanciaronrecién cuando la política norteamericana cambiaba el libreto.
Identikit de los "padrinos"
La magia de la manipulación informativa ha conseguido presentar a los miembros de la SIP como supremos sacerdotes de la libertad de expresión. Sin embargo, estos magnates de la prensa que nos han visitado, al igual que su organización, cuentan con frondosos antecedentes.
Por citar a algunos:
Enrique Santos Calderón: colombiano, actual vice-presidente de la SIP. Su familia es propietaria del diario El Tiempo, de Bogotá, principal diario colombiano, y único de circulación nacional, a través de la propiedad mayoritaria en el grupo periodístico CEET (Casa Editorial El Tiempo). Entre sus familiares existen importantes personajes del gobierno de Alvaro Uribe: Francisco "Pacho" Santos Calderón, es el vicepresidente, su primo Juan Manuel Santos Calderón, ministro de la Defensa y Juan Lozano Ramírez (tercer copropietario del diario), fue incorporado al gobierno de Uribe como ministro de Ambiente y Vivienda. Los mismos, han sido acusados como organizadores, financistas y encubridores de las fuerzas paramilitares creadas por el gobierno y el ejército para enfrentar a las guerrillas.
El Tiempo había publicado la famosa foto del asesinado comandante de las FARC, Raúl Reyes acompañado del ministro del Interior de Ecuador Gustavo Larrea, la cual fue presentada como prueba ante los cancilleres de la OEA para probar el vínculo del gobierno ecuatoriano con las FARC. Este hecho se convirtió en bochorno, al descubrirse que fue un montaje, teniendo que rectificarse el periódico culpando a la policía de Uribe.
Danilo Arbilla: periodista uruguayo, ex presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa. Un flamante periodista del diario que tiene fe en la patria, le preguntó a Arbilla en una entrevista reciente: "¿Cuántos como usted, de los guerreros de la libertad de prensa, van quedando de aquellos años duros?". Este "guerrero de la libertad de prensa", se desempeñó como director de prensa de la dictadura cívico militar uruguaya en los años setentas. Durante esa gestión fue asesinado el director del semanario Marcha, Julio Castro, y fueron secuestrados decenas de periodistas y escritores, así también fueron clausurados 173 medios de comunicación, hubo cientos de allanamientos a redacciones y se intervino la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU). Quizá para tan guerrerístico trabajo es que Danilo Arbilla "ahuyentaba el estrés de su mente creando recetas con mondongo", como lo afirmaría en otra de las suculentas notas del diario de la calle Yegros.
Marcel Granier: uno de los principales accionistas de las empresas 1BC, cuyo medio más famoso es el canal venezolano RCTV, que hasta la culminación de su concesión monopolizaba junto a Venevisión, el 80 % de la elaboración y producción de informaciones en Venezuela. Granier y RCTV, protagonizaron junto a los demás canales privados el golpe de Estado del empresario Pedro Carmona en el 2002 contra el gobierno de Hugo Chávez. Granier, promovió abiertamente desde su medio el golpe de estado y la guerra civil, donde se produjeron manipulaciones y censuras informativas. Habrían acordado a cambio la administración de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de ese país.
Luego del levantamiento popular que exigió la restitución de Chávez al poder, RCTV y los demás canales iniciaron un cerco de censura que fue denunciado por el gerente de producción del noticiero de RCTV, Andrés Izarra, a quien Granier había ordenado: "no transmitir ninguna información sobre Chávez, sus seguidores, sus ministros o cualquier otra persona que pudiera estar relacionada con él"
Granier asistió al palacio de Miraflores cuando asumió el gobierno golpista, donde aplaudió con vehemencia la decisión de cerrar el canal estatal. Irónicamente, años después la suerte se le revertiría, y por sus implicaciones en dicho golpe no se le renovaría la licencia al canal RCTV, desatando la conocida polémica. Actualmente, RCTV internacional transmite por cable e internet.
Aldo Zuccolillo y Alejandro Dominguez Dibb: son los referentes locales de la SIP. La turbia historia de Aldo Zuccolillo es harto conocida. Director de Abc Color, es un hijo ingrato de la dictadura de Stroessner, a la cual se vinculó política y familiarmente, apoyándola abiertamente desde su periódico hasta que intereses empresariales, y los vientos de cambio, según se afirma, rompieron la alianza (Ver artículos en la Web).
El otro referente paraguayo de la SIP es Alejandro Domínguez Dibb, director del diario La Nación e hijo del empresario tabacalero Osvaldo Domínguez Dibb (ODD), propietario del medio.Por vínculos familiares y empresariales, la familia Domínguez Dibb se hizo de fortuna durante la dictadura. Osvaldo Domínguez fue acusado en numerosas ocasiones de estar involucrado en el contrabando y falsificación de cigarrillos.
Actualmente, el diario conserva una línea abiertamente favorable a la dictadura stronista. Según periodistas de este libertario medio de la SIP, son comunes la censura a las informaciones en contra de la dictadura stronista y, por supuesto, todo lo concerniente al contrabando de cigarrillos. También según los trabajadores del diario, tiene línea anti-indigenista, como resultado de un conflicto de tierras en el Chaco en que ODD habría sido expropiado a favor de un grupo indígena por resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Según testimonios, en cierta ocasión toda una edición de la revista dominical del diario fue sacada de circulación por llevar en tapa un reportaje sobre la comunidad indígena con la que tuvieron conflictos en el Chaco, apenas pudo distribuirse en la capital. En el 2007, uno de sus artículos donde comparaba a los indígenas con el cáncer fue premiado como el artículo más racista del año en el mundo, por la organización internacional Survival.
Alejandro Domínguez presentó el informe sobre Paraguay a la SIP, donde critica el Programa de Comunicación para el desarrollo del actual gobierno, por ser un proyecto supuestamente propagandista, así como advierte sobre la aparición de las radios comunitarias que "representan un claro atentado al funcionamiento legal de las radios comerciales", o más bien, una molesta competencia para el monopolio mediático.
DECADENCIA DE LOS FANTOCHES DE LA SIP
(Luis Agüero Wagner) La creación de la SIP, nacida bajo los mejores augurios en Nueva York en 1950, fue una operación en que la inteligencia estadounidense pirateó descaradamente la organización panamericana legítima creada en La Habana en 1943.
La SIP fue una criatura creada por la CIA, y como tal desde el comienzo evidenció sus objetivosde utilizar a la prensa como herramienta de dominación neo colonial en beneficio del imperio yde las oligarquías latinoamericanas. Sus fundadores y dirigentes máximos, los que sentaronlas bases de su funcionamiento y orientación ideológica marcadamente anticomunista, fueronlos agentes de la CIA Jules Dubois y Joshua Powers, y el funcionario del Departamento deEstado, Tom Wallace. Dubois, un Coronel de la inteligencia militar norteamericana queposteriormente devino en corresponsal del Chicago Tribune en Latinoamérica, y que llegó aganarse diatribas del mismo Juan Domingo Perón, presidió la Comisión de Libertad de Prensae Información de la SIP hasta su muerte.
Fallecido el 16 de agosto de 1966, a la edad de 56 años en un hotel de Bogotá, los restos de Duboishoy yacen en Arlington junto a despojos de varios presidentes norteamericanos Aunque el mundodel periodismo casi lo haya olvidado hoy, el ilustre Dubois fue retratado por el pintor mexicanoDiego Rivera en el mural Gloriosa Victoria. En dicha obra Rivera condena al golpe militarpromovido en Guatemala por la CIA y la empresa bananera United Fruit en junio de 1954.En ella aparecen dibujados, además de Dubois, el presidente Dwight Eisenhower (caricaturizadocon la forma de una bomba), el dictador guatemalteco Carlos Castillo Armas, el embajadornorteamericano John Emil Peurifoy y el secretario de Estado John Foster Dulles, hermano mayor de Allen Welsh Dulles, ex presidente de la United Fruit y primer director civil de la CIAen 1953. Fue precisamente John Foster Dulles, ex asesor legal de la compañía bananera y abogado de Prescott Bush –abuelo del presidente George W. Bush– quien calificó al derrocamiento del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz y la imposición de Castillo Armas como una gloriosavictoria.
De ahí el título elegido por Diego Rivera para su mural. Aquel golpe llevó al arresto de más de 12 mil personas, disolvió gremios y sentó el más grave precedente para la subsiguiente guerra civil que causó estragos en Guatemala. El edificio que alberga las instalaciones de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ubicado en el número 1801 South West de la Tercera Avenida de Miami, lleva el nombre de Dubois. Hoy podría decirse que la SIP se mantuvo alo largo de su poco más de medio siglo de existencia, estrictamente fiel a la tradición de sus padres fundadores.
En el curso de los años, la asociación de magnates de la prensa comercial que fundara Duboisdistorsionó informaciones sobre las guerras de Indochina y África en beneficio del imperio, infiltró la UNESCO, para defender el control de la información por el sector privado; participó en la propaganda sucia contra el gobierno democrático de Salvador Allende; y se mantuvo bien callada durante el golpe contra el presidente Hugo Chávez. Mientras nunca se perdió una oportunidad de atacar a Cuba.
Ello explica la conducta complaciente mantenida durante decenios con las brutales tiranías latinoamericanas, aún ante los casos de asesinatos de periodistas, la clausura de medios y el establecimiento de períodos de censura, casi siempre aplicados contra publicaciones de izquierda.En Cuba, por ejemplo, la misma SIP que mantuvo silencio cómplice en los años sangrientos de la dictadura de Fulgencio Batista. Otro tanto hicieron sus personeros en Paraguay, donde sus referentes principales no sólo callaron los abusos de Stroessner sino hasta defendieron al dictador en sus editoriales, del mismo modo que dedicaron loas y panegíricos a Videla y Pinochet. De Reporteros sin Fronteras (RSF) se puede decir otro tanto, solo que esta constituye un engendro, quizás más elaborado que la SIP, de la CIA, la NED y la USAID, agencias federales norteamericanas dedicadas a financiar, con sumas millonarias, la confusión ideológica y la subversión contra gobiernos de arraigo popular. Robert Menard, con nada de periodista y mucho de millonario, por obra y gracia de sus patrocinadores imperialistas, es otro Jules Dubois, enfrascado en elaborar listas complacientes para hacer el trabajo sucio del Departamento de Estado y la Casa Blanca.
Lo corrobora con sus últimas falacias en las que intenta dar justificación al asesinato del camarógrafo español José Cousso, muerto a manos de un tanque norteamericano en el corazón del Bagdad ocupado. Basta este solo ejemplo para comprender que la libertad para imponer la visión del mundo que responde a sus intereses, aún a costa de mentir, engañar o tergiversar es todo lo que defienden la SIP y RSF. En los últimos años, la SIP ha uniformado todas sus intervenciones públicas utilizando los conceptos más agresivos de la retórica del Departamento de Estado norteamericano contra Cuba y Venezuela, en coordinación con otras organizaciones financiadas por Washington, tales como Reporteros Sin Fronteras.
La SIP ha sido definida como un núcleo duro de grandes fortunas latinoamericanas que pretenden representar a la libertad de prensa, aunque abunden en su nómina exponentes de intereses contrapuestosa los que proclama. Un directivo de la SIP, Danilo Arvilla de Uruguay, prohibió en junio de 1973 la divulgación de todo tipo de información, como Ministro de Comunicación del presidente golpista Juan María Bordaberry. Arvilla ordenó el cierre de nada más y nada menos que 173 medios de comunicación. Otra joya de la SIP es el dueño del diario ABC color de la capital paraguaya, Aldo Zucolillo, antiguo financista del centro de detenciones y torturas de la dictadura de Stroessner y alabardero de Videla, hoy entusiasta impulsor de la candidatura del obispo Fernando Lugo a pesar de que este candidato anuncia medidas de mordaza contra la prensa si accede a la presidencia del Paraguay.
Al contrario de lo que repite la prensa manejada por Zucolillo, la candidatura de Lugo es sólo una evidente operación planificada en la embajada norteamericana ocupada por James Cason. El objetivo manifiesto sería deshacerse del actual partido de gobierno en Paraguay, que se ha vuelto incómodo para Washington por sus estrechos vínculos con el MERCOSUR en desmedro de intereses norteamericanos.
Para lograr esta meta, Zucolillo ha venido promocionando a conocidos receptores de dólares de IAF, la Nacional Endowment for Democracy o USAID, como Camilo Soares, los financistas de Tekojoja y otras organizaciones financiadas con la lluvia de dólares de George W. Bush, en una burda maniobra que pretende presentar ante la opinión pública paraguaya como referentes de la izquierda a personeros de la embajada norteamericana de Asunción. Esto como si un antiguo favorecido del comisionado de la CIA Leonard Sussman, conocido por su maccartismo galopante y su apasionada defensa de Pinochet, Videla, Stroessner, así como por los subsidios recibidos de la National Endowment for Democracy por el diario ABC color, pudieran de la noche a la mañana conferir credenciales izquierdistas.
Hecho elocuente, en una de sus últimas reuniones en Miami, la SIP tuvo como invitada en su Gala de Premiación a la periodista Patricia Poleo, sospechosa de ser la autora intelectual del asesinato del Fiscal Danilo Anderson. Patricia Poleo, hija del magnate Rafael Poleo, es identificada en Miami como otra colaboradora de la CIA y se beneficia de la protección otorgada por la administración Bush a los terroristas. Hace pocas semanas se volvieron a reunir en Caracas estos empresarios de la prensa, integrantes del cártel de la desinformación, árbitros del pensamiento políticamente correcto y dueños de lo que se puede pensar o decir en el continente.
Pero esta vez el cónclave de la patronal de la comunicación autodenominada Sociedad Interamericana de prensa enfrentó no sólo su propio desgaste natural, también la indiferencia de sus amos de Washington para quienes se está volviendo notoriamente inútil.
Es que la cofradía maccartista de la SIP ya no es la de antes, y la omnipotencia de ayer se ha ido barrida como las hojas secas de un árbol viejo, llevándose gran parte de sus delirios de poder paralelo con la finalización de la guerra fría. Igual que otros antiguos favorecidos del imperio, hoy nuestros héroes de la prensa ven esfumarse sus privilegios por la falta de un contexto internacional que les permitía abusos en nombre de la polaridad este y oeste. La SIP ha ingresado a una etapa de franca decadencia y de héroes de la propaganda imperialista hoy han pasado a ser simples villanos y parásitos que ya no se justifican como antaño ante los ojos de sus amos. La suerte de Ben Laden, Somoza, Stroessner, Pinochet, Mobutu, Savimbi y otros tantos caídos en desgracia con sus titiriteros del norte, la temida caída final, es todo lo que hoy le queda por delante a los fantoches de la SIP.
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