La noche del
20 de abril de 1906, 35 niños comprendidos entre los 10 y 17 años de edad,
todos ellos estudiantes internos del Colegio San Gabriel de Quito -de los
jesuitas-, se encontraban en el comedor de dicho plantel acompañados por el
padre Andrés Roesch, Prefecto del Colegio, y el hermano Luis Alberdi.
Ese año,
los 35 internos regresaron cansados de una excursión y
bajaron a cenar donde estaba la imagen.
De pronto y
en medio de la natural inquietud juvenil de los niños, uno de ellos, Jaime
Chávez, fijó sus ojos en el cuadro de La Dolorosa que colgaba en una de las
paredes del comedor y pudo notar, entre asustado y emocionado, que la imagen de
la Virgen abría y cerraba suavemente los ojos.
Temerosamente
llamó la atención a otro de los niños, quien al notar lo que sucedía lo
comunicó a otros, y así todos fueron viendo el prodigio. Pronto avisaron lo que
sucedía al padre Roesch, quien de momento no hizo caso tomándolo como una broma
propia de los niños, pero ante la insistencia de éstos, levantó la mirada hacia
el cuadro para ver, pasmado, la realidad de lo que estaba sucediendo.
El milagro
continuó por más de quince minutos: La Virgen miraba a los niños con sus dulces
ojos, abriendo y cerrando varias veces sus párpados.
Luego de
esto, el padre Prefecto llevó a los niños a la capilla para rezar el rosario,
según la tradición del colegio, dejando en la silenciosa oscuridad del comedor,
el cuadro milagroso que acababa de manifestarse a los alumnos y religiosos..
Los primeros
testigos del prodigio
Los alumnos
internos del Colegio San Gabriel en 1906 eran sólo 36. Estaban entre 10 y 17
años. Durante la cena del 20 de abril de 1906, en la mesa más cercana al cuadro
de la Virgen de los Dolores, colgada en la pared a 180 cms. del suelo, estaban
tres niños de los que habían hecho recientemente la Primera Comunión. Uno de
ellos, Carlos Herrmann hablaba con Jaime Chávez; mirando al cercano cuadro en
la pared, notó que la Virgen movía los párpados, los abría y cerraba. Creyó que
era una impresión suya, y asustado se cubrió los ojos con las manos. Luego dijo
a Chávez: "Ve a la Virgen". Miró también éste, y vio el mismo
prodigio. Ambos se arrodillaron entre la mesa y la banca, y rezaron… El hecho
se fue corriendo entre los alumnos que reaccionan entre curiosos y devotos.
Entre tanto avisan al P. Roesch y el H. Alberti que estaban en el mismo
comedor.
Sentido del
Milagro de la Dolorosa del Colegio
¿Por qué,
aquella manifestación prodigiosa de la Virgen de los Dolores, en su modesto
cuadro, ante los internos del Colegio "San Gabriel"? El sentimiento
unánime de todo el pueblo creyente, comenzando por los prelados, los
sacerdotes, los religiosos, igual que los intelectuales y las gentes sencillas,
todos veían que la Virgen Dolorosa quiso mostrar su preocupación, su dolor, por
la campaña anticristiana y atea que se abatía entonces sobre la religiosidad
del Ecuador; la compasión maternal que la Santísima Virgen quería llamar la
atención y defender a los niños, víctimas de la lucha contra la fe. Toda la
reflexión ulterior sobre ese prodigio, y sus consecuencias, señalaban que el
milagro iba a ser una amorosa y maternal asistencia de la Virgen Dolorosa en
favor de los niños en grave peligro.
Efectos del
prodigio
La fe del
Ecuador se iluminaba de nuevo y renacía el entusiasmo por mantener y defender
la educación cristiana de la niñez y juventud. El Liberalismo anticlerical
amainó velas. Las leyes y los gobiernos recuperaban el respeto a la Iglesia y
su presencia en la vida del Ecuador. El sectarismo disminuía.
El amor y devoción
a la Dolorosa no sólo se mantenía, sino que iba creciendo, y cada año, en la
Novena a la Dolorosa, y el 20 de cada mes, estallaban la fe y el amor a la
Virgen del Colegio. Desde aquel bendito 20 de Abril de 1906, la historia del
Ecuador y de tantos corazones, se llenó de María.
La
espiritualidad de los jesuitas del Ecuador quedó impregnada por la devoción a
la Madre Dolorosa, devoción que ha marcado también a los alumnos de nuestros
Colegios y en general a los católicos del Ecuador.
Patrona de la
educación
En 1956 se
celebraron las bodas de oro del Milagro. Por decreto pontificio de Pío XII, se
concede la coronación canónica de la Dolorosa del Colegio. Más tarde Juan Pablo
II la declara Patrona de la educación de la juventud. Hoy es la Patrona de la
educación.
En el libro
El milagro de la Dolorosa que escribió el padre Micó Buchón, monseñor Federico
González Suárez dice: “Sin duda, la Virgen, en ese grupo de adolescentes,
contemplaba a todos los niños y jóvenes del Ecuador y se compadecía de ellos
porque Dios les iba a ser quitado por medio de la educación laica”, en alusión
al proceso que originó la revolución liberal de 1895, que estableció el
laicismo en la educación.
El padre José
Nevado, superior de la iglesia San José, dice que en 100 años después del milagro se han dado
casos de liberación en la educación católica. “La idea es que los colegios
fiscales reciban también clases de religión”.
Los
acontecimientos transcurrieron dentro de un contexto, el de la Revolución
Liberal de 1895, que propugnaba un hostil laicismo para la educación en los
establecimientos de enseñanza fiscal.
En efecto, el
29 de mayo de 1897 se había promulgado la Ley de Instrucción Pública que
declaraba laica, gratuita y obligatoria la enseñanza en todo el país.
Una Asamblea
Nacional expidió la Duodécima Constitución Política el 23 de diciembre de 1906
en la que se recogían los principios liberales que habían inspirado la
promulgación de las leyes de educación, registro oficial, cementerios,
confiscación de bienes eclesiásticos, matrimonio civil y divorcio expedidas en
años anteriores.
Revolución
liberal de Ecuador
La Revolución
liberal, también conocida como Guerra civil ecuatoriana fue un movimiento
revolucionario en contra de los gobiernos de carácter conservador, e impulsado
por varias facciones insurgentes lideradas por Eloy Alfaro. La revolución tiene
come fecha inicial el5 de junio de 1895 luego de que en Guayaquil Alfaro fuera
proclamado como Jefe Supremo. Posteriormente Alfaro fue nominado Presidente
Constitucional del Ecuador.
Los inicios
de la revolución toman lugar tras el ascenso al poder de Ignacio de Veintimilla
y sus posteriores intenciones de declararse dictador, con lo cual varios
sectores del país empezaron formar movimientos revolucionarios en contra del gobernante.
Las tropas alfaristas, con apoyo conservador, vencieron, tras lo cual
Veintimilla fue derrocado, sin embargo, los conservadores permanecieron en el
poder hasta el estallido de la revolución liberal en 1895.
Tras la caída
del presidente interino Vicente Lucio Salazar, en manos de los liberales, Eloy
Alfaro tomó el mando de Ecuador y ordenó la creación de la Constitución de
1897, la cual lo declaró Presidente Constitucional. Fue sucedido por su propio
coideario Leónidas Plaza Gutiérrez, aunque luego sus diferencias lo llevaron a
conflictos entre ellos. Alfaro vuelve a la lucha armada en el gobierno de
Lizardo García a quien derrotó, llegando nuevamente al poder y gobernando hasta
1911. Un año más tarde Alfaro fue capturado por tropas conservadoras, enviado a
prisión a la capital Quito, desde donde fue extraído por un grupo de
manifestantes presumiblemente conservadores, torturado y asesinado. Los
liberales continuarían en el poder por varios años más.
La revolución
es considerada uno de los episodios más importantes de la historia ecuatoriana,
debido a su impacto en la política y en la sociedad. Entre los principales
aspectos de esta revolución está la implantación del laicismo en el Ecuador,
con lo cual la Iglesia y el Estado fueron formalmente separados. Otras áreas
donde hubo cambios significativos respecto del status-quo imperante desde la
Colonia se enfocaron en permitir la libertad de culto, la confiscación de los
bienes eclesiásticos, la abolición del catolicismo como religión estatal, la
enseñanza laica y el divorcio.
Durante la
segunda administración del general Alfaro, una nueva Asamblea Constituyente
dictó la avanzada Constitución de 1906, en la que se consagró el verdadero
espíritu de la revolución liberal: Separación absoluta del Estado y la Iglesia
y supresión de la religión oficial. Libertad de enseñanza. Educación pública
laica y gratuita, obligatoria en el nivel primario. Absoluta libertad de
conciencia y amplias garantías individuales. Prohibición de ser electos
legisladores los ministros de cualquier culto. Protección oficial a la raza
india y acción tutelar del Estado "para impedir los abusos del
concertaje".
Si alguna
medida de la reforma liberal afectó profundamente a la Iglesia fue precisamente
el establecimiento de la educación pública, laica y gratuita, que tocaba el
punto más sensible de la ideología religiosa, cual es el del control de las
mentes y los espíritus humanos a través de la educación.
Así pues, el
"milagro" ocurrió después de la ley de la educación laica y antes de
expedida la Constitución Liberal.
ESTE FALSO
milagro de la Dolorosa se convirtió en fuente de motivación para la lucha EN
CONTRA DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL que terminó con la vida de Eloy Alfaro.
En este
sentido, la devoción a la Virgen Dolorosa se convirtió en una fuerte motivación
espiritual, en una fuente emocional de pertenencia y afiliación a un colegio
secundario jesuita y en un influjo político conservador, demócrata cristiano y
hasta social cristiano.
Para los
creyentes, la Dolorosa lloró por la mala educación en el Ecuador.
Se inventaron
este milagro ante un contexto político bien claro, la iglesia perdía terreno y
para no perderlo tuvieron que manipular jóvenes y niños en una época donde la
iglesia tenía más poder en la mente y las emociones de la gente, en una época
llena de fanatismo y fetichismo religioso, donde aquel que ponía en duda las
estupideces de la iglesia católica era discriminado...
La iglesia
inventa milagros para hacer lo que tiene que hacer, ponerse del lado de los
poderosos y no perder su poder, defenderse y seguir manipulando y esclavizando
la mente de los crédulos idiotas...
NO MAS
MENTIRAS
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